Cuando yo y mis amigos descubrimos las Tierras Natales (no lo he mencionado nunca, ¿verdad?) flipamos porque venían abundantes LEYENDAS. Se nos llenaba la boca con la palabra porque, claro, una LEYENDA era, a la fuerza, una criatura tocha (con suerte, que volara y arrollara) con la que pisotear a tus oponentes. Y aunque no todas eran buenas (seamos sinceros: pocas cartas de las Tierras Natales eran buenas de alguna manera) algunas eran bastante decentes y daban algún disgusto que otro. Eron el Implacable, por ejemplo, sin mareo de invocación y con regeneración (cutre, pero regeneración) te daba mas de un disgusto.
Con mi suerte habitual, la unica LEYENDA que me toco a mi fue Rashka la Destructora.