Del 25 al 28 de agosto de 1994 se celebraron en Milwaukee las GenCon americanas, la convención de juegos de rol más importante del mundo. Como ahora veremos, en esta edición Magic: The Gathering estaba en toda su pompa. Alejo Cuervo, propietario de la librería Gigamesh y uno de los primeros importadores y jugadores de Magic en España, se desplazó hasta allí (con su mazo), flipó, y nos dejó una crónica en la revista especializada en Magic que por entonces publicaba él mismo, Serra.
Lo que viene a continuación son unos fragmentos de esa crónica, poco accesible hoy en día pues la tirada de la revista / fanzine fue muy corta.
Magic: "una verdadera locura"
Sí, así es como describió Alejo Cuervo la presencia de Magic en las GenCon de 1994, como "una verdadera locura".
Y es que, después de la necesaria comparación de tamaño entre las GenCon y las jornadas españolas ("algo así como unas 20 jornadas (grandes) de las nuestras puestas una al lado de la otra y encima de una tercera, llenas de gente"), se hace eco del boom de Magic:
"Pero, sobre todo, Magic, gente cambiando Magic, partidas de Magic por todas partes, colas de dos horas durante todos los días para poder comprar sobres de Legends y Jyhad en el stand de Wizards (a precio normal; en el resto de los comercios se vendían a 10 dólares), más gente haciendo cambios de Magic, un grupo por allí probando el Jyhad, más gente jugando a Magic y, más que ninguna otra cosa, Magic, Magic y más Magic".
"Fue una verdadera locura. Recuerdo cruzarme con Timothy Zhan y oírle preguntar: "¿Pero qué demonios es esto del Magic?". El fenómeno era contagioso, y el mercado negro de gente que traficaban con cromos de Magic en el piso superior casi más activo que el de los propios stands..., pese a que los vendedores que eran pescados in fraganti se arriesgaban a ser expulsados de la convención".
"Vendo moxes, que me los quitan de las manos..."
A continuación, Alejo nos hace una comparación de precios entre las tiendas y los vendedores particulares ("el mercado negro"). Nótese que el propio Alejo se ve en la necesidad de explicar lo que hacen cartas como el Black Lotus o los moxes, pues era consciente de que, aquí en España, eran prácticamente desconocidas todavía.
"Para quien esté interesado en saberlo, todos los moxes, el Black Lotus, el Time Walk y el Ancestral Recall, que se contaban entre las cartas más buscadas, se cotizaban en los stands de venta entre 40 y 60 dólares cada uno, dependiendo de su edición. En el mercado negro, el precio oficial de un mox era de 25 dólares, pudiéndose obtener en ocasiones por 20. Yo me tiré de los pelos cuando descubrí un vendedor que, 5 minutos antes de pasar yo, había vendido una pila de 800 dólares de moxes ¡a 15 dólares cada uno!"
"Los moxes, se informa, son cinco artefactos que cuestan 0 de bajar y da, cada uno de ellos, un punto de maná del color correspondiente. El Black Lotus cuesta también 0 de bajar, da 3 puntos de maná del color elegido y, seguidamete, se descarta. El Ancestral Recall permite (...). Todas ellas son cartas raras de la primera edición que han sido retiradas para la Revised Edition, no pudiéndose llevar más de una de cada por baraja".
Las barajas de la época
Muy interesante es, también, la relación de barajas que Alejo se encontró, así como las partidas que jugó con su "baraja impía". Nótese también que muchas de las cartas que se encontró en los mazos de sus rivales eran totalmente desconocidas para él.
"En fin, yo me dediqué a probar fortuna con mi fabulosa "baraja impía" y medirla contra algún jugador de por allí. Recibí palos hasta en el carnet de identidad. La baraja típica de por allí llevaba todos los moxes, el Black Lotus y, de propina, un Sol Ring. Y también todos y cada uno de los productores de maná reglamentarios: 4 Dark Ritual, 4 elfos, 4 Birds of Paradise y, por si acaso, 4 tierras de las Arabian Nights que producen un punto de maná del color deseado y hacen perder una vida".
Alejo recuerda lo que hacía la carta, aunque no su nombre. Al ser de Arabian Nights, es posible que la viese aquí por primera vez. |
"Por lo demás, las barajas llevaban la mezcla de colores que hiciera falta, ya que eran capaces de poner en juego un Shivan Dragon en el segundo turno, por no hablar de los Juggernaut y los Clockwork Beast que aparecían ahora sí, ahora también. Otra carta perenne que me amargó la existencia fue la Mishra's Factory, una tierra de Antiquities que se transforma en artefacto-criatura 2/2 pagando un puntito de maná y que, para mayor recochineo, puede tapearse para darle un +1/+1 a un Assembly Worker. Todo fuerza bruta complementada, como no, con gotitas de Lighting Bolt y bolas de fuego. Más el Channel, el Demonic Tutor, el Regrowth, el Ancestral Recall y el Time Walk de rigor".
"Eso sí, la baraja más elegante que vi llevaba como únicas criaturas elfos, Birds of Paradise y creo que nada más. En los primeros turnos ponía en juego una carta azul de Legends que se llama Land Equilibrium, con la que impedía que el contrario pudiera poner en juego más tierras que él. A continuación tiraba un Armageddon. Mataba al adversario con el elfo o con el Black Vise que, tarde o temprano, aparecía en juego, eliminando los artefactos del contrario tal y como este los iba sacando. Una idea realmente insidiosa".
El I Campeonato del Mundo de Magic
Y por si fuera poco, en estas mismas GenCon se celebró el Primer Campeonato del Mundo de Magic. A destacar que este primer mundial todavía no era por invitación, sino que te apuntabas allí mismo, y eso es lo que hizo Alejo.
"Después de añadir unos cuantos Divine Offerings (de Legends; se carga un artefacto y ganas vidas a cambio) a mi baraja, decidí probar suerte y apuntarme al campeonato de Magic. El World Magic Tournament, nada menos".
"Durante el viernes y el sábado había dos entradas en el campeonato, una por la mañana y otra por la tarde, para 64 jugadores. Se jugaban tres rondas eliminatorias a tres partidas y, en cada grupo, se clasificaban 8 jugadores que pasaban a entrar en "semifinales", pudiéndose probar suerte en más de una entrada si se quería. Jugué el viernes por la tarde, me tocó con una baraja asesina como las que he descrito antes que me despachó en la primera vuelta con un 2 a 1".
"En mi baraja llevaba el mox blanco y el azul, así como el Time Walk y el Ancestarl Recall, pero dada la velocidad de desarrollo de las barajas citadas, estaba claro que no tenía tiempo de levantar las defensas que necesita la impía antes de poder defender un Karma encima de la mesa".
"Me conseguí los moxes que me faltaban, eliminé casi todas las criaturas y, a cambio, aumenté el número de círculos de protección y cambié las Wrath of God por Balance [aún no estaba restringida, por lo que podías llevar las cuatro], dejando la baraja -cartas retiradas aparte- con una composición bastante parecida a la que doy en otra sección de este número de Serra".
"Ah, y añadí también un Mirror Universe, un artefacto de Legends (de los más difíciles y buscados) que cuesta 6 de bajar y que, a partir del siguiente turno, puede sacrificarse para intercambiar puntos de vida con el contrario".
"Y volví a probar suerte, esta vez el sábado por la tarde. En la primera vuelta me tocó un pardillo que despaché 3-0 sin problemas. La segunda fue más dura, pues me tocó contra una baraja azul-blanca que son las que me cuestan más contener, pero gané 2-1 sin sufrir excesivamente. Finalmente, en la tercera ronda me tocó contra una baraja negro-rojo-azul que jugaba aceleradores de maná a saco, Gloom y -ahí dolía- Sleight of Mind. Le pillé desprevenido en la primera partida volviendo el Gloom que bajó alegremente contra él, me ganó la segunda partida jugando con más cuidado y desmontándome los círculos de protección y, finalmente, le gané por los pelos la tercera a fuerza de caballeros blancos clonados y Counterspell. Me había clasificado. ¡Wow!"
"Al día siguiente tenía una entrevista a las 11 y mi avión salía a las 12:30, con lo que me presenté a las semifinales con el ánimo más que relajado: solo podía jugar la primera ronda y me daba igual ganar o perder. Los 32 jugadores que habíamos pasado, más 32 jugadores previamente clasificados, teníamos que jugar otras tres rondas eliminatorias a tres partidas. La final se jugaría por la tarde ese mismo día entre los 8 supervivientes, esta vez al mejor de cinco partidas. Aparte de un servidor, jugaban tres franceses (todos ellos con barajas asesinas de las comentadas), un belga y creo que un par de ingleses".
"Me hicieron jugar con el campeón de Francia. Y además, por aquello de que el enfrentamiento entre español y gabacho parecía que daba color de internacionalidad, nos pusieron a un reportero que se puso a tomar notas para hacer un reportaje. Decía que quería seguir las peripecias de un jugador a lo largo del torneo para hacer un artículo. Supuse que se refería al francés, claro".
"Bueno, para no tener en vilo a nadie adelanto que, por supuesto, perdí. Eso sí, un servidor dejó los colores nacionales bien altos dando una verdadera lección de deportividad, felicitando efusivamente a mi contrincante y deseándole suerte para el resto del campeonato. Lo divertido fue la segunda partida: después de haber ganado sin demasiados problemas la primera, en la segunda bajó un Efreet [un Serendib Efreet], yo un círculo de protección rojo, él otro Efreet y atacó con el primero. Cambié el círculo a azul y nuestro amigo pringó por dos puntitos de vida que le hacían los Efreets cada turno, ayudados por un Karma que bajé un par de turnos después".
"Era digna de ver la devoción con la que nuestro hombre soltaba tacos y se quejaba de su suerte, mientras que un servidor, sin inmutarse por el resultado, se limitaba a poner cara de divertido. En la tercera partida no me salió un puñetero círculo y mucho menos un Balance y perdí irremisiblemente en pocos turnos. En fin, c'est la vie (el Mirror Universe tampoco, de hecho, me quedé con las ganas de llegar a usarlo y no me salió en ninguna partida de todo el campeonato)".
Y así termina la participación de Alejo Cuervo en el Primer Campeonato del Mundo de Magic.
Sin embargo, su visita a las GenCon de ese 1994 todavía le reservaba una última sorpresa. Mientras se iba, vio un hombre que estaba durmiendo en el suelo de un pasillo. Un cartel colocado junto a sus zapatos mostraba la leyenda:
"MAGIC RUINED MY LIFE"
Me suena a mi mismo cuando empecé con el Magic, que llegué tarde, no me conocía las cartas guays (ni las olía) y era más malo jugando que para qué. Aún así, en el primer torneo que se jugó en mi Huesca natal aún conseguí un digno cuarto puesto con una cutre-baraja blanca y negra de Terrores, Destierros Sombríos, Murciélagos Vampiro, Aullidos del Más Allá y Ángeles de Serra... jugaba a su favor que era totalmente minusvalorada y la gente ignoraba a mis ornitópteros hasta que les clavaba un Aullido de +6/+0. Aún guardo enmarcados los sobres que me llevé de premio ^_^.
ResponderEliminarLo de minusvalorar un mazo siempre se ha dado, en torneos pequeños y en grandes (como en el Campeonato de España de 1997; tengo entrada en este mismo blog) y suele pasar que muchos oponentes pagan las consecuencias de confiarse en demasía.
EliminarY lo de las cartas igual, cuando empezamos y no conocíamos el juego ese fue el principal motivo de esos cambios imprudentes con el que sí conocía ya el juego.
Yo recuerdo, por ejemplo, cómo a mi primo el Manantial de vida le parecía el no va más con esa X en el coste de ejecución que le permitiría ganar innumerables puntos de vida...