La ambientación de Dark Sun me llamó la atención en su día por el videojuego comentado en la Micromanía y fue mi entrada a las novelas de Dungeons and Dragons: me molaba el concepto de un mundo desértico en oposición a los más clásicos así que me pillé El Zigurat de Kalak, que fue la primera de las muchas novelas de a duro que me leería en los años siguientes. El mundo de Sol Oscuro lo conocía de algunos años antes debido a que era una de las tres ambientaciones que venían con el Spellfire básico junto a GreyHawk y Reinos Olvidados. Las portadas de esta pentalogía sirvieron para ilustrar un buen número de cartas con efectos más o menos relacionados con sus equivalentes en la ficción.
(En las novelas describían a los personajes al detalle: Rikus, el de la izquierda, llevaba ese hacha con dos hojas en el primer libro; Agis tenía ese mechón blanco y la chica de atrás, Sadira, llevaba ese gorro con cintas por la cara).