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sábado, 15 de noviembre de 2025

Colmillos de Oro 2025


Al Vampire, ya lo contaba en su día, le di bastante a principios de siglo como una sana secuela del Magic. Su final vino como la sobredosis de una estrella del rock cuando sus siete mil expansiones dejaron de hacerme tilín. Es más, cuando finalmente me decidí a comprarme una caja de mazos con un colega y por fin tenia un montón de cartas (pero tampoco nada del otro jueves), me aburrí del juego.

 

El Colmillos de Oro era un campeonato de estas cartas que se  organizaba en torno al club de rol de mi facultad, La Granja de Gandalf (un día de estos escribiré un post sobre ella porque, maldita sea, le debo mucho). El organizador de todo esto fue Javier Villacampa (AKA Chabito), aliado habitual de La Granja y alegre compañero de juergas. El primer torneo fue en 2006 y tuvo cinco ediciones en total. Se presentaba bastante gente (en alguna edición llegamos a ser quince entre gente de la Granja, otros clubs de Zaragoza y gente que vino de fuera) y se jugaba en bares, la facultad y sitios parecidos a lo largo del día. Se hacían varias mesas de eliminatorias, ganabas puntos por comerte oponentes y quedarte el último en la mesa. Los que más puntos tenían pasaban a la final, etcétera. Normalmente, el Colmillos venía precedido y seguido de pantagruélicas juergas de las de mucho empinar el codo y no era raro llegar a la partida sin dormir, oliendo a vino agrio y con telarañas por la cara como un Nosferatu cualquiera. 

Después de su quinta edición, el Colmillos de Oro durmió el sueño de los justos a medida que la gente acababa los estudios y la vida nos llevaba en distintas direcciones. En uno de estos torneos conocí a la que hoy en día es mi mujer así que, aunque no consiguiera ganar nunca, que no se diga que no saqué nada bueno.

Este verano, Íñigo González, primer presidente y fundador de La Granja de Gandalf decidió organizar el sexto Colmillos de Oro (rebautizado provisionalmente Premolares de Oro debido a sus humildes expectativas). Unos cuantos miles de WhatsApps fueron suficientes para movilizar a ocho aguerridos participantes y citarnos en el Quinto Elemento, estupenda tienda Zaragozana de ocio (a mí me soluciona constantemente los regalos de mi sobrino) fundada por Javier Tena, antiguo miembro de la Granja. Todo queda en casa.

 


Durante el sábado 27 de septiembre echamos las tres rondas del torneo (incluida la final), del que nuestro intrépido fundador salió victorioso con su mazo de Lasombra y se llevó la millonada del premio.


 
Para mí el torneo fue especialmente emotivo, pues me sirvió como excusa para una escapada de fin de semana desde el extranjero donde vivo para hacer el cafre (dentro de mis posibilidades, que ya tengo una edad) un par de días con los amigos.
 

 

Más o menos como esperaba, mi actuación en el torneo fue tirando a chapucera, pero como llevaba Seguidores de Set todo el mundo me prestaba atención así que, aunque no me llevara ningún premio, me trataron como a la fallera mayor. 


 
Habrá más, no lo duden.

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