Mecánicas olvidadas: el Ímpetu

Una criatura con Ímpetu X gana +X/+X por cada criatura después de la primera que la bloquea. Esto es, cuantos más adversarios se enfrentan a ella, más fuerte y peligrosa se vuelve. Mola, ¿no?

 

Ya veremos...

El ímpetu (Rampage) es una de esas habilidades que vi poco en su día. Se asociaba a bichos grandes que se hacían más grandes todavía y funcionaba bien con arrollar (es una tontería: TODO funciona mejor si arrolla). 

Aunque tenía un poderoso efecto psicológico, el Ímpetu tenía también un fallo de diseño importante: para que se activara y fuera útil había que bloquear a la criatura impetuosa con más de una criatura. Así que, si el defensor usaba una única criatura, nones. 

 

Para que Ímpetu tuviera alguna utilidad, tenía que haber algún aliciente para bloquear al atacante, como que causara una gran cantidad de daño, pero si no arrollaba, cualquiera podía bloquearle y Santas Pascuas. Es más, si los que bloqueaban agrupaban, podían asignar el daño como quisieran así que el impetuoso se podía dar con un canto en los dientes. Para más inri, el coste de las cartas con Ímpetu estaba calculado como si diera un bonus significativo,  algo que, de forma realista, muy raramente ocurría. En consecuencia, Ímpetu era muy poco útil y encarecía mucho las cartas.

 

Este fallo de diseño provocó la desaparición del Ímpetu y su sustitución por mecánicas similares pero sin codificar. No obstante, en algunas expansiones, más conscientes del fallo, se vieron criaturas con Ímpetu y pequeñas.

¿Quién va a bloquear a un triste 2/2 con más de una criatura? Probablemente nadie, pero por 3 de maná tienes un 2/2 con habilidad. No muy buena. 

Sin mareo de invocación, eso está bien. Bloquearle con un par de 2/2 para que sea 4/4 y mueran los tres ya es para nota. De nuevo, por lo que pagas realmente es por el 3/3 que ataca nada más bajar.

Estos son una carta interesante porque su habilidad implica que, si se llegan a bloquear, te las vas a ver con un 6/7 que arrolla. El 99% de las veces dejarás pasar a un 2/3 y punto para no complicarte la vida.

Y ya, para terminar, la carta que todos los amantes del Ímpetu querían. Yo, normalmente, la asociaba a esta otra...