El número 1 de la revista Nazgûl se publicó en abril de 1996. Tenía 32 páginas en b/n y un precio de 300 pesetas. Además incluía 2 cartas promocionales de regalo, una perteneciente al juego Señor de los Anillos: Tierra Media (a partir de ahora SATM) publicado en España por Joc Internacional, y la otra de Eagles: Waterloo, publicado por Columbia Games, juego del que más tarde hablaremos.
"Furia de La Corona de Hierro" de SATM |
Soldado de infantería del juego Eagles: Waterloo |
La información detallada sobre directores, colaboradores o las copias que hubo en distribución de la revista podéis leerla en la estupenda reseña que hizo Domingo Cuenca de la Nazgûl #5.
Portada de Nazgûl #1 |
Me gustaría comenzar por la portada: la ilustración es fabulosa, te dan ganas de coger la revista y hojearla; por el título ya intuyes que se acerca más al Señor de los Anillos que a Magic: The Gathering (a partir de ahora MTG), que es lo que pienso que pretendieron hacer, especializarse un poco más en el juego de cartas coleccionables de la Tierra media, aunque luego el peso de contenido de MTG es más que evidente.
Después de las habituales secciones de Editorial y Noticias encontramos el primer análisis, una página dedicada a la que sería en ese año la próxima expansión de MTG: Alliances.
En un divertido artículo, firmado por Tuna Wing, aseguran que sonsacaron entre copa y copa mediante bebidas alcohólicas a un conocido betatester de Wizards of the Coast (WotC) para que les dijera cómo iba a ser, a grandes rasgos, la nueva expansión. Este anónimo betatester, supuestamente embriagado, aseguraba que iba a ser mejor que Arabian Nights, algo que, siendo puramente objetivos, se cumplió, ya que Alliances fue una de las mejores expansiones, y de las más recordadas, y que iba a contener, entre otras muchas maravillas, cartas como un "Juzam rojo", la que a la postre fue la carta Balduvian Hordes.
Después pasamos a un interesante report sobre el primer Pro Tour de la historia, César Sánchez estuvo allí y nos da detalles de como "nada más llegar al vestíbulo del edificio no había ni una sonrisa y sí mucha tensión, porque había mucho dinero en juego" (tanto como 30000$)
El formato era Tipo II, con la salvedad de que era obligatorio llevar mínimo cinco cartas de cada expansión (Homelands, Chronicles, Ice Age, Fallen Empires y IV Edition); lo más difícil fue incluir las cartas de Homelands y nos comenta que hubo casos de jugadores que se metieron un par de tierras de Fallen y Homelands en el banquillo para cumplir con la dichosa regla de construcción de mazo.
La final fue bastante aburrida (sic) entre Bernard Lestree y (aquí hay una errata y falta el nombre del que fue el contrincante de Lestree: Michael Loconto). Las partidas duraron una eternidad, como una hora cada una, y los que estaban en la sala, palabras del propio César, "se morían de asco". Se jugó al mejor de 5 y al final decidieron repartirse el dinero y jugarse el título (y el honor) en la quinta y definitiva partida, que fue la más emocionante, donde llegó la jugada decisiva en la que Lestree tenía un Whirling Dervish en mesa y consiguió colar un Armageddon y destruir todas las tierras, pero Loconto, sabiendo que su oponente jugaba Armageddon se guardó un Plains en mano y robó al topdeck unas Swords to Plowshares que le dieron la partida y el campeonato, ya que su oponente, estando la partida ya avanzada, tras varios turnos, se quedó sin cartas en el mazo.
En la siguiente sección encontramos un nuevo formato al que han denominado "Tipo IV", que consiste en diseñar el mazo con unas reglas especiales. Se basa en un curioso sistema experimental que –ahora me entero–, estaban probando en WotC en el que disponías de 20 puntos para diseñar tu mazo y una lista con el coste en puntos de cada carta, si la carta no estaba en la lista se consideraba que tenía un valor de cero. Se podían incluir hasta 10 copias de la misma carta entre baraja y banquillo y el banquillo era opcional (como lo oyes), podías tener un banquillo de 10 cartas, o de 20, gastando los puntos correspondientes, había una pequeña lista de prohibidas.
Me ha parecido muy interesante y da pie a diseñar mazos temáticos, o más compensados que los actuales (refiriéndonos al formato Old School 93-94). No sé hasta donde llegaría el experimento, porque es la primera vez que leo que algo así existiera, pero creo que no cuajó mucho entre la afición.
Aquí podéis leer las reglas de Tipo IV |
La revista incluye un escenario dedicado a SATM, se titula "El asedio del sagrario", y es una ayuda muy interesante para el juego. No creo que este tipo de aportaciones se diera en muchas revistas del sector (la gran mayoría dedicadas a Magic) y considero que es un punto fuerte que proporcionaba esa diferencia respecto a otras publicaciones de la época.
Entre las crónicas sobre torneos nos encontramos con el mítico Open de Madrid, el séptimo en concreto. Lo primero de lo que te das cuenta es de los premios que se daban en aquella época, se repartían entre los tres primeros un Black Lotus y 5 Moxes, ¡y esa misma cantidad se repartía en un sorteo final entre todos los asistentes! Por supuesto, aquello estaba a reventar y asistieron 550 jugadores, ahí es nada.
Ganó Rodrigo Silva con una baraja estilo prisión, con Armageddon y Winter Orb de base, de la que no consta lista, y segundo quedó Alvaro Manchado con una baraja de goblins.
En el report se lamentan de que la organización no dio el tiempo suficiente, solo 40 minutos por ronda, por intentar batir el record de máximo de rondas en un torneo (consiguiéndolo con 11) y muchas de las partidas se tuvieron que resolver con el tradicional "cara o cruz" (nosotros lo resolvemos a día de hoy con el "lanzamiento de Chaos Orb".)
Hay un dato curioso a destacar, y es que un "negociante" sin escrúpulos endosó cartas falsificadas con el posterior revuelo que se formó. Al parecer habían sido impresas en una fábrica clandestina de Canadá y daban el pego en una primera evaluación, pero "el áspero borde, el leve satinado de la superficie" no cuadraba con el aspecto real de una carta de Magic y al pasar el "test de la luz" –que consiste en exponer las cartas a un foco de luz por la parte trasera–, estas se transparentaban, a diferencia de las originales que poseen una triple capa de papel. El vendedor de estas cartas fue denunciado a la organización y expulsado del torneo. Esto, como es lógico, provocó un enorme recelo a la hora de hacer cambios (tan típicos de aquella época) o comprar cartas.
En la sección posterior de reseñas aparecen varios juegos, La leyenda de los cinco anillos, Star Wars y Mythos, todos ellos clásicos de los juegos de cartas coleccionables, y el que me llamó la atención, porque no lo conocía, fue Eagles: Waterloo, del cual regalaban una carta promocional arriba mencionada.
El juego fue diseñado por Columbia Games, una reputada compañía de Wargames, y en él puedes revivir las batallas de Napoleón con varios sistemas de juego, incluso en modo campaña, o montar tus propios mazos a tu aire. Es un wargame de cartas. La verdad que es un juego que no me importaría probar.
Por las fechas en la que se publicó la revista, WotC anunció la creación de la famosa "Reserved List" y que tantos quebraderos de cabeza nos ha dado a los aficionados a lo largo de la historia. Nazgûl dedica en este número un artículo sobre el tema reproduciendo la carta que publicó WotC en su momento anunciando su nueva política de reimpresión. Por primera vez da unas fechas concretas de anuncio de cartas prohibidas o restringidas en los formatos Tipo I y Tipo II, y la separación de estas listas que hasta ese momento estaban unidas. Los redactores de Nazgûl se alegran de que cartas como Black Vise, Alí from Cairo, o Sword of the Ages salieran de la lista de prohibidas, al igual que Time Vault, carta que errataron en ese momento. A continuación muestran la lista de cartas reservadas.
El tramo final de la revista (8 páginas) está ocupado por la lista de precios de Nazgûl, entre medias encontramos el anuncio del segundo Open Istari (torneo de SATM).
Y el PROCAM "primer campeonato profesional de Magic" tal y como ellos mismos lo anunciaron, un torneo con premios en metálico (se supone que los primeros en España con este tipo de premio) organizado por los directores de la revista Nazgûl.
¡Hasta aquí todo! Si tuviste esta revista entre tus manos o participaste en el VII Open de Madrid o en el PROCAM ¡Cuéntanoslo! Estaremos encantados de leerte en comentarios o a través de mi cuenta de Instagram @retroplayermtg
¡Hasta la próxima!
Vaya, qué curioso lo del betatester y lo del formato experimental Tipo IV, no lo había escuchado nunca.
ResponderEliminarEn cuanto a lo del PROCAM, a ver si averiguamos si realmente se celebró el mismo día (28 de abril) y en los mismos salones (Petit Paris) que el llamado por Urza "Primer Pro Tour España". Me choca mucho que los dos torneos se celebrasen en el mismo sitio y a la vez... pero podría ser así (¿?).
Hola! Pues buscaré en la revista Urza más información y tienes razón en que sería muy interesante saber qué torneos se celebraron ese día.
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